
Pienso en ti y el dolor me sobrepasa. Veo tu pañuelo de seda atado a tu cuello, hermano. Y me sacude un intenso fuego. Tu barba recién crecida ya luce blanca con el brillo de los años. Hermano, tristeza honda habita en las miradas y el azul desvaído de tus ojos escudriña largamente mi cansada alma. INGRID ZETTERBERG Dedicado a mi amado Camilo Sesto De mi poemario "Joyas de mi alma" Derechos reservados Safe Creative Cta. 1006080193112