
Allá te veré entre azules flores que el tiempo derramó. Allá donde no existen más lágrimas, donde nuestro amor casto será probado en un crisol. Porque nada hay más puro que lo espiritual, lo que nace de un capullo; pacto de almas que jamás se quebró. No volveré a sentir este hondo vacío, porque ya no habrá separación. Amado, abre tu pecho para en él cobijar mi sien, mira que ya va oscureciendo y se acrecienta mi dolor. Allá te veré cuando acaben mis días porque en la eternidad tú serás mi bebida y mi porción. ¡Oh mi dulce protector! INGRID ZETTERBERG De mi poemario "Joyas de mi alma" Derechos reservados Safe Creative Cta. 1006080193112