
Amor mío, cobíjate en mí y trae entre tus brazos un ramo de lirios. Siento angustia en la lejanía de tus pasos, pues mi alma ya no encuentra alivio. ¿A que se parece la soledad? A no sentirte a mi entraña unido. Te llamo en mi silencio y abrazándome me aferras a tu sombra, ya sólo quiero estar contigo. Lo espiritual que nos une es alimento a nuestras almas, y nos hace sentir vivos. ¡Cuánto dolor sin embargo en nuestro encuentro! ¡Cuánto llanto transformado en gemidos! ¿Qué será de nuestro amor, de nuestros roces eternos en los que estamos cautivos? Beberemos siempre de la fuente de esta mutua relación en la que ambos sufrimos. INGRID ZETTERBERG De mi poemario "Joyas de mi alma" Derechos reservados Safe Creative Cta. 1006080193112