
¿Sabes? Un día volaremos juntos hacia prados silenciosos, sedientos de paz. Cuidamos entre nuestras manos el frágil lirio de nuestra unión; sus pétalos se desprenden amarillos y finos como lágrimas del tiempo. Somos un anhelo de Dios. Entre mis brazos te presiento, tembloroso cual un niño y sólo mi tristeza entiende de estos años viejos que se han ido esparciendo en nuestro dolor. Déjame cuidarte entre mis latidos, aún nos brota vida a los dos. Por la senda bordada de azules hilos un día vendrás a buscarme. Callada y serena sentirás mi alma que se muere segura en tu amor. Ven, no tardes, ya las sombras del vil crepúsculo se asoman. Ya languidece nuestro balcón. Heridos de un rojo vino caminaremos hacia la aurora taciturnos y sangrantes con sed en nuestras bocas y pasos vacilantes, al fin nos recibirá el huerto; aquel edén de rosas que nos prometió el Señor. INGRID ZETTERBERG Dedicado a mi amado Camilo Sesto De mi poemario "Joyas de mi alma" Derechos reservados Safe Creative Cta. 1006080193112